Un Paseo por Mérida, Extremadura

Un Paseo por Mérida, Extremadura

01/01/2011 Desactivado Por oriol@zoomdestinos.com
Un Paseo por Mérida, Extremadura

Mérida se encuentra situada en el centro de la Comunidad Autónoma de Extremadura, en el cruce de las carreteras N-V (Madrid – Lisboa) y N-630 (Gijón – Sevilla), en la confluencia de los ríos Guadiana y Albarregas.

Mérida está repartida en 30 barriadas, con una población aproximada de 55.000 habitantes. Su término municipal tiene una superficie de 835,6 Km2.

El día 8 de diciembre de 1993 se celebró en Cartagena de Indias la XVII Asamblea de la Lista de Patrimonio Mundial (UNESCO) donde, por unanimidad, fue aprobada la candidatura presentada por la ciudad de Mérida en la que fue declarada PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD. Anteriormente, la ciudad contaba con veinte monumentos nacionales y algunos en espera de obtenerla; y por Decreto de 8 de febrero de 1973, en vísperas de conmemorarse su Bimilenario, Mérida fue declarada «Conjunto Histórico-Arqueológico», única que ostenta esa denominación en España.

¿Qué misterios esconde esta ciudad? ¿Son sus monumentos cenizas del rodaje de alguna película? ¿Decorados de Ben-Hur o de La Caída del Imperio Romano? No, es realidad verdadera: los visitantes se muestran asombrados por el granito y los mármoles; aquí todo es auténtico, no hay cartón-piedra.

Se funda Augusta Emerita en el año 25 a.C., y nace hija de pisadas militares; “eméritos” fueron los soldados licenciados que la crearon y así estas tierras les serían dadas como premio a sus servicios, para que las trabajaran junto a sus familias, por el entonces emperador Augusto. No es fortuito que el legado fundador Publio Carisio considerara adecuado este marco para sus pupilos veteranos de las legiones V y X; muchas razones debería tener, militares y políticas, aunque es agradable creer que posiblemente las más importantes de ellas fueran sus aguas, las poderosas del rió Anas y las humildes del Albarregas. Era en aquella época un terreno de gran extensión entre llanuras de tierras fértiles, una zona virgen donde crear zonas de comunicación, desarrollar la agricultura y la ganadería y hacer fácil y agradable la vida de sus ex-legionarios. Tendrá moneda propia, embalses artificiales que facilitaran la labor campesina y potabilizarán el agua –como los de Cornalvo y Proserpina-, y será cruce y arranque de calzadas romanas importantísimas que servirán para el comercio y para contactar con los vecinos, como la de la Vía de la Plata.

El tamaño y abundancia de los restos arqueológicos de edificios públicos y privados de aquella época nos informan acerca de la importancia y monumentalidad de Mérida en sus primeros años de Colonia. Cabe señalar el hecho de que Augusta Emerita tuviera dos foros bien diferenciados: uno situado aproximadamente en la zona en que se halla el Templo de Diana; otro sería en los alrededores del llamado Arco de Trajano y se trataría del foro administrativo. Mérida, capital de la Lusitania, atendería multitud de asuntos legales.

Desaparecido el amparo y dominio romano, los alanos se apoderan de Mérida a principios del siglo V; es el momento en que toda nuestra Península es invadida por los bárbaros. Luchas y guerras internas hacen que la ciudad pase más tarde por diferentes manos, como la de los vándalos, los suevos –que la hacen capital de su reino en el 448- o los visigodos de Eurico, que también se establecen en ella; precisamente Agila, rey visigodo, también la constituye capital de su reino, pasando más tarde Mérida a ser así mismo capital de una de las seis provincias en las que se divide España. Pero no sólo tendrá un protagonismo político, que no es poco, si no también religioso; Mérida será testigo de las luchas religiosas entre Hermenegildo, católico, y su padre, el arriano Leovigildo.

Llegan los árabes a Mérida a principios del siglo VIII, y con ellos pierde su condición de capital, que hasta entonces había mantenido. El carácter rebelde de sus habitantes y la aceptación que muestran hacia el islamismo la hacen merecedora de sucesivos ataques y represiones de los musulmanes. De ellos, entre otros vestigios históricos, nos queda la Alcazaba, fortaleza de carácter militar mandada construir por Abderramán II.

Con la liberación de la ciudad por parte de las tropas cristianas perderá su carácter de sede arzobispal en beneficio de Santiago de Compostela, entrando en una etapa de anonimato, del que sólo despertará con el estruendo de las batallas que tienen lugar por ella o en sus alrededores.

Pero ¿qué nos queda de la influencia de todos los pueblos que la habitaron? Probablemente lo más auténtico es lo que no está escrito en los libros, las palabras anónimas de las piedras, nuestros monumentos: teatro, anfiteatro, circo, hipódromo, templos, casas, necrópolis, ajuares, estatuas… de los romanos; todo este pasado puede admirarse visitando la ciudad y, concentrado, en el Museo Nacional de Arte Romano. Los restos visigodos se exponen en el Museo Visigodo; los árabes, en la Alcazabar> Museo Nacional de Arte Romano

Una gran nave, construida sobre un interesante conjunto de ruinas conservadas en una cripta, se estructura en tres alturas ocupadas por diversos espacios o salas donde se ubican las colecciones del Museo en un intento de ilustrar las facetas que informaron la vida cotidiana emeritense.

En la planta baja destacan los conjuntos procedentes de las excavaciones del Teatro, Anfiteatro y Circo, así como el del Foro con piezas excepcionales, bien reveladoras de la magnificencia de Emerita, entre las que sobresalen la cabeza velada de Augusto, la del Genio de la Colonia o la decoración del Pórtico del Foro, así como una interesante decoración pictórica correspondiente a una vivienda.

En la primera planta, en vitrina, se exponen las series de cerámica, hueso, vidrio y numismática que atesora el Museo.r> Por fin, en la segunda planta son explicadas otras facetas de la vida emeritense tales como aspectos de la sociedad aquí asentada, sus ocupaciones, la política, la administración, el arte, la cultura, etc. Destaca un buen número de pavimentos musivos, algunos en verdad muy singulares con gran variedad de escenas.r> La cripta arqueológica completa el recorrido del Museo, y ofrece al público la posibilidad de un espacio arqueológico con restos de casas, tumbas y calzada urbana.r> Monumentos

TEATRO ROMANO

Ciertamente, es el Teatro Romano el monumento más emblemático y visitado de la ciudad. Su construcción, patrocinada por Agripa, yerno de Octavio Augusto, data de casi la misma época de fundación de Emérita y su inauguración es de los años 16 y 15 a.C.

La capacidad del Teatro era de unas 6.000 personas.

La grada o cávea est