Visitamos el Parque Nacional de Lahemaa (Estonia)
23/03/2015
Los atractivos naturales de la costa, bosques, lagos, ríos y pantanos abarcan muchas áreas de interés histórico, arqueológico y cultural. Alrededor del 24% del parque es de influencia humana, el 68% es bosque y el 8% es pantanoso.

Las rutas atraviesan el parque desde la carretera Tallin-Narva hasta la costa, con pocas partes accesibles en autobús. Paseos, excursiones y rutas para ciclistas alientan la exploración de esta diversidad natural de una forma más activa.
El Parque Nacional Lahemaa es uno de los últimos lugares vírgenes en la región del Báltico. Es muy agradable no sólo por su naturaleza diversa, sino también por las historias míticas, transmitidas de generación en generación por la población local. Allí, la naturaleza es diversa y muy especial. Hay bosques espesos, páramos de montaña, lagos, cascadas, así como alces, jabalíes y al menos 200 especies de aves por descubrir.

Además, existen penínsulas que llegan muy lejos en el mar y algunas maravillosas bahías. Precisamente estas bahías le dan el nombre al parque: Lahemaa significa “país de las bahías”. Al mismo tiempo, ocho espléndidas mansiones feudales le dan al paisaje un toque de elegancia.

Uno puede explorar el parque tomando un par de excursiones de un día, en bicicleta o a pie, por ejemplo. Hay excursiones bien desarrolladas y senderos por la naturaleza que con seguridad te guiarán a través del parque. Incluso a través de las partes más densas de la selva virgen.

En la zona hay multitud de piedras extrañas, redondas, en su mayoría cubiertas de musgo, muy típica de la naturaleza del norte de Estonia. Según las creencias populares de la zona mover una de estas piedras es causa de mala suerte.


