Visitamos el Monasterio de Rila en Bulgaria
12/03/2015El monasterio primigenio fue fundado aquí en el siglo X. La historia cuenta que un cortesano búlgaro del siglo X llamado Iván Rilski (posteriormente conocido como San Juan de Rila) se retiró como ermitaño a las montañas de la cordillera de Rila para vivir en una estrecha cueva. Su vida de santidad atrajo a otros que querían seguir su ejemplo y posteriormente fundó este monasterio que serviría de refugio para todos los ermitaños.
El complejo cuenta con trescientas celdas monacales en un área de 32.000 metros cuadrados y con vista privilegiada a las montañas y la naturaleza que rodea el monumento.
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El monasterio de Rila es el más grande en la península balcánica y gracias a su aislamiento y a sus murallas, la vida monástica continuó en su interior durante los cinco siglos de dominación otomana.
Por desgracia, fue parcialmente destruido por un incendio a principios del siglo XIX que llevó a su reconstrucción pero por suerte los edificios que no sufrieron ningún daño fueron conservados sin modificación alguna, por lo que aun es posible disfrutar de algunos frescos originales como las paredes exteriores de la iglesia central o la Iglesia de la Natividad, decorada con coloristas escenas religiosas representando personajes bíblicos.
Como sucede además con todos los monasterios, el monasterio de Rila ha servido como centro cultural para todos los ortodoxos, siendo considerado como símbolo de su identidad. Además de los frescos de las capillas también sobresalen sus bibliotecas y salas de lectura que, entre otras cosas, alojan los primeros libros eslavos elaborados en Venecia en el siglo XVI y otros valiosos manuscritos ejemplares.
El monasterio es también un buen punto de partida para practicar senderismo por los bellos parajes de la zona. De hecho, existen numerosas rutas marcadas que discurren por los bosques del lugar.