Qué ver en Gijón, joya del Cantábrico asturiano

Hay ciudades que te conquistan poco a poco, como quien prueba por primera vez una sidra y no sabe muy bien si le gusta… hasta que sí. Gijón es una de ellas. A orillas del Cantábrico, con alma marinera y un puntito canalla, aquí todo sucede sin prisa, pero sin pausa: la vida se saborea al aire libre, en paseos al atardecer por la playa de San Lorenzo y en una ronda de sidras que siempre terminan siendo más.

Un paseo por una ciudad que tiene de todo
Lo primero: sube a Cimavilla. No solo porque sea el barrio más antiguo de la ciudad, sino porque desde ahí, con el Elogio del horizonte de Chillida en lo alto, se ve Gijón en su todo su esplendor. Pasear por este barrio –antiguo puerto de pescadores– es como hacer un pequeño viaje en el tiempo entre casas de colores, cuestas empedradas y bares que huelen a sidra recién escanciada. Ah, y si lo tuyo es la historia, no te pierdas las Termas Romanas de Campo Valdés, justo frente al mar. Allí ya se venía a desconectar hace más de 2.000 años.

Luego, bájate al llano y sigue el ritmo local. Gijón se vive mucho en la calle: en su paseo marítimo, conocido como el muro de San Lorenzo, donde todos caminan, corren, patinan o simplemente miran el Cantábrico. Y qué maravilla si eso es lo único que haces. Si hay olas, verás cómo se agrupan los curiosos a contemplar cómo los surferos se lanzan a conquistarlas. Y si no, el plan sigue siendo perfecto: un paseo largo, con aire salado, de ese que tan bien nos viene a los que vivimos en el interior, desde la iglesia de San Pedro hasta la escultura de La Escalerona.

Puedes leer el Artículo completo en… https://www.traveler.es/articulos/que-ver-en-gijon-donde-comer