Algodonales (Cádiz): el hogar del dios del viento

Del mismo modo que las tierras del norte esbozan sus rutas por los pueblos de vino, cada provincia de Andalucía presume de tener su particular ruta de los pueblos blancos. En esta ocasión hemos alcanzado el norte de la Sierra de Grazalema, en la provincia de Cádiz, para descubrir uno de los pueblos más encantadores de su ruta de los pueblos blancos. Hemos llegado a Algodonales, una villa blanca como la nieve que guarda a buen recaudo curiosos capítulos de la historia de nuestro país.

El pueblo de las doce fuentes
Algodonales se encuentra en la falda de la Sierra de Líjar, en un entorno natural privilegiado donde han crecido parte de los pueblos más bonitos de la provincia de Cádiz. La abundancia de agua en estas tierras lo convirtió en un verdadero caramelo para conquistadores y conquistados, que vieron en sus muchos manantiales una enorme posibilidad de riqueza. Es por eso que en este pequeño pueblo gaditano hay tantas fuentes repartidas que, en esta época del año, se ofrecen generosas para mitigar el calor de las altas temperaturas.

Planificar la visita a Algodonales es sencillo y se puede hacer casi en cualquier época del año gracias a su temperaturas apacibles y el carácter tan afable de sus gentes. Las calles del centro del pueblo se extienden hasta las afueras en un manto blanco inmaculado que en esta época del año muchos renuevan, por lo que es probable encontrar algún vecino encalando su fachada como antiguamente.

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