10 consejos para ahorrar en los cambios de moneda
21/01/2015
1. Conoce la jerga
El cambio de divisa tiene jerga propia. Aprende el idioma para que no te den gato por liebre cuando vayas a cambiar divisa. Por ejemplo:
-tasa de venta: lo que recibes cuando cambias euros
-tasa de compra: lo que recibes cuando cambias moneda extranjera sobrante
-tasa interbancaria: la tasa de venta al por mayor cuando los bancos se intercambian dinero entre ellos
2. Investiga tu divisa
Esto no sirve para el dólar o el euro, pero hay divisas más exóticas que tienen algunas peculiaridades. Por ejemplo: el dírham marroquí no puede intercambiarse a nivel internacional y Cuba tiene dos monedas, ¡una para turistas y otra para los locales! Asegúrate de averiguar qué dinero necesitas antes de cambiarlo (Lonely Planet es un gran recurso en estos casos).
3. Observa las tasas de cambio
Observa las tasas interbancarias a diario de la divisa que te interese para ver cuál es una buena tasa de cambio. Las divisas fluctúan constantemente, así que el precio de cambio varía de un día para otro. Hay muchos factores que hacen fluctuar las divisas, desde la tasa de desempleo a las predicciones de crecimiento económico, así que atento a los movimientos de la divisa y compra cuando la tasa suba.
4. Busca y compara
El precio de la divisa no solo cambia de un día para otro, sino también según el proveedor. Los precios no son los mismos en todas partes, así que es muy importante buscar y comparar las tasas de cambio antes de hacer la compra. En vez de patearte el centro de la ciudad, usa el teléfono y pregunta precios o compáralos por internet.
5. ¡Negocia!
Las tasas de cambio no están escritas en piedra y es posible negociar un descuento en agencias especializadas si vas a cambiar una gran cantidad de dinero. Normalmente puedes conseguir un 0,5% extra en la tasa de cambio anunciada si cambias mucho dinero (¡y se nota!). Igual que también puedes negociar precios si has visto una tasa mejor en otro sitio. ¡Así que a regatear!
6. Compra en internet
Debes saber que muchos especialistas en cambio de divisas ofrecen precios mejores por internet. Si haces un pedido por internet para ir a recogerlo en una tienda o para que te lo envíen a casa sueles conseguir un precio mejor que si vas al centro de la ciudad. Usa motores de búsqueda y comparadores de precios para ver quién ofrece mejores tasas.
7. Ojo con las comisiones escondidas
Aunque entrar en una agencia de cambio tarjeta en mano y obtener moneda extranjera es fácil, no es lo más recomendable porque suele conllevar comisiones añadidas. Cada banco tienen sus condiciones, pero las comisiones suelen empezar en 1,5 EUR. Es mucho mejor sacar euros del cajero automático y cambiarlos a otra divisa después.
8. Usa cheques de viaje
Si lo de llevar encima grandes fajos de billetes cuando estás en el extranjero te da yuyu, los cheques de viaje son una buena opción. Además, en caso de pérdida o robo pueden reembolsarse y ofrecen más seguridad que el dinero en efectivo. Los que más se aceptan en todo el mundo son los de American Express. Aún así, tienen sus limitaciones: solo se ofrecen en seis divisas y normalmente hay que cambiarlos por moneda dura en viajes transoceánicos
9. Hazte con una tarjeta prepagada
Otra alternativa para no ir paseando fajos de dinero es contratar una tarjeta prepagada. Antes de salir del país, la cargas con la cantidad que quieras y cuando llegues a tu destino la usas como una tarjeta de débito. Igual que los cheques de viaje, a menudo existen limitaciones y hay que leerse la letra pequeña del contrato antes de hacerse con una. Las hay que conllevan gastos de compra o comisiones escondidas. Ve con cuidado.
10. No te lo creas todo
Hay agencias de cambio de divisa que ofrecen cosas tipo «0% de comisión», «la mejor tasa del mercado» o «las mejores tasas garantizadas». Estos reclamos a veces son dudosos y no hay que darles mucho crédito. Por ejemplo, un 0% de comisión suena muy bien, pero quizá te ofrecen una tasa de cambio más baja que además esconde una comisión en su margen de beneficio. La mejor manera de conseguir una buena tasa de cambio es buscar, comparar, negociar el precio ¡y saber de qué va la cosa!