Vídeo, la Paz del silencio en la isla de Formentera
15/05/2020La isla balear proyecta sus emociones a través de un vídeo que pone en valor todos sus atractivos naturales, y da la bienvenida a una nueva pero ilusionante realidad
Silencio absoluto para escuchar a la naturaleza en estado puro. El suave murmullo del Mediterráneo, acompasado con el delicioso cántico de los pájaros que revolotean por el Estany Pudent y el Estany des Peix. Ésta ha sido la mágica sinfonía del desconfinamiento… Formentera se dio un respiro para coger fuerza e inició antes que nadie la desescalada pensando en un futuro sostenible para todos, una de sus señas de identidad. Y empieza a dar pasos hacia delante con calma y precaución, para no retroceder. Así nos está esperando: tranquila, serena… y segura. ¡Bienvenidos, muy pronto, al paraíso pitiuso!
Ni siquiera un minuto. Apenas 56 segundos de imágenes en movimiento para despertar mil y una sensaciones condensadas en un vídeo. El 4 de mayo, Formentera dio comienzo a una nueva realidad; distinta… pero igual de ilusionante. Liberada del virus que ha paralizado medio mundo, la menor de las Pitiusas ha empezado a desperezarse, a airearse. Y lo ha hecho tras un letargo inesperado que ha aprovechado para oxigenarse, para que su salvaje naturaleza recuperara su máximo esplendor, agitando su paisaje de pinos y retorcidas sabinas, de romeros y enebros, de higueras… Ese singular atrezzo a 32 Rutas Verdes esperando al caminante.
También, poco a poco, se van acicalando sus seis pueblos –la Savina, Sant Francesc, Sant Ferran, Es Pujols, Es Caló de Sant Agustí, El Pilar de la Mola– deseosos de hacer sentir al visitante como en su propio hogar. Y como no, sus playas, de increíbles aguas turquesa pulcramente aseadas por la Posidonia Oceánica, su gran tesoro submarino. Aguas critalinas que poco tienen que envidiar a las de los paradisíacos y admirados Mares del Sur… ¡pero mucho más cerca de nosotros! A tiro de ferry. Y sus dos faros, La Mola y Cap de Barbaria, volverán a ser referencia de amaneceres y atardeceres únicos desde los que enamorarse del Mediterráneo. Con calma, como a ella le gusta, y segura de sí misma, Formentera nos aguarda para compartir sueños e ilusiones.