Kiev, capital de Ucrania y de la Champions

24/04/2018 Desactivado Por oriol@zoomdestinos.com

Pronto la Uefa Champions League volverá a tener protagonismo. Hemos llegado ya a las semifinales y los cuatro equipos que quedan, es decir Real Madrid, Liverpool, Bayern Munich y Roma, están afilando sus mejores armas para prepararse a la batalla.

Porque en este momento nada es más importante que el carácter y la solvencia para el fin de ganar y llegar a la gran final de Kiev que se disputará el 26 de mayo. Las dos grandes sorpresas que se han deparado en los cuartos de final, es decir la victoria de la Roma sobre el Barcelona y la victoria del Liverpool sobre el Manchester City, han agrandado la leyenda de la Champions como competición reina de los desafíos imposibles. Es decir que ahora para ganar no basta con tener el mejor plantel sino que hay que gestionar bien también los recursos psicológicos.

El cuadro de las semifinales verá entonces enfrentarse el Real Madrid y el Bayern Munich, el clásico de Europa por excelencia, y el Liverpool y la Roma. Es decir que se verán las caras los dos favoritos y las dos sorpresas, con la consecuencia de que un equipo entre el Liverpool y la Roma jugará una final en la que ni el más optimista de sus hinchas hubiera pensado que pudiera estar presente.

Según los analistas de Sports Bwin, el Real Madrid y el Liverpool tienen los favores de los pronósticos para estar en Kiev, aunque se trata de dos eliminatorias bastante igualadas sobre el papel.

Entre Real Madrid y Bayern ha habido ya 24 enfrentamientos en las competiciones europeas y al final de esta eliminatoria serán 26. Con la ida en el Allianz Arena, es presumible que los bávaros hagan de todo para poder ganar y entonces llegar al Bernabéu con una ventaja para administrar. El estadio del Madrid es un feudo difícil de conquistar pero ha sido ya violado por la Juventus en cuartos, aunque el único gol de Cristiano Ronaldo ha permitido a los blancos ir a semifinales. Además, el Bayern tiene clavada la espina de la eliminación del año pasado, con dos goles de Cristiano Ronaldo muy polémicos por estar en posición adelantada.

Por lo que concierne Liverpool y Roma, solo hay un antecedente y es el de la final de la Liga de Campeones 1983-84, cuando los ingleses ganaron su cuarta copa de Europa en el Olímpico de Roma tras una agónica tanda de penalti. Con el partido de vuelta que se jugará en Roma, los italianos harán hincapié en su público para poder revertir el pronóstico inicial y tomar finalmente su venganza, algo que añoran desde hace 34 años. El enfrentamiento tendrá el morbo de la presencia de Mohamed Salah, que la Roma vendió al Liverpool el verano pasado y está cuajando la mejor temporada de su vida.

Kiev está más cerca que nunca y los cuatro equipos que han quedado en el camino lo saben bien. Llegar a la final será cuestión de carácter, solvencia y resistencia. Porque ganar la Champions no es de débiles. Y en este contexto Kiev es una ciudad muy indicada para un acontecimiento similar, ya que estamos hablando de una gran capital de un país con una tradición importante. La capital de Ucrania, que vive de la gloria de muchos siglos de historia, es hoy en día una meta turística relevante, gracias también al río Dnepr, que es amarre de una serie de cruceros muy peculiares. Su centro histórico es sin duda muy atractivo, con una serie de locales típicos para comer o beber, aunque lo que más destaca a nivel arquitectónico es el Monasterio de San Miguel de Vydubichi, una estructura religiosa de fe ortodoxa con casi mil años de edad. Le hace de competencia el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas, un edificio espectacular restaurado en 1998 a mitad entre estilo ucraniano y bizantino.

Los hinchas de los dos equipos que se desfilarán en la final del 26 de mayo tendrán otras cosas que hacer en esta preciosa ciudad, que propone también una serie de museos interesantes, entre los cuales destaca el Museo de la guerra patria, terminado de construir en 1945. El Museo de arte ucraniano es otro lugar en el que se puede apreciar la cultura local, a menudo demasiado vinculada a la cultura rusa y, por ende, subestimada. La puerta dorada, en cambio, es un monumento particular y vetusto de casi mil años de edad que hoy da la entrada a la ciudad antigua, cuyo centro neurálgico es la plaza de la independencia, lugar de fiesta de locales y turistas en los meses más cálidos del año.

Polivalente y acogedora, la capital ucraniana espera a turistas y a hinchas de fútbol. Tras el éxito de la Eurocopa de 2012, ahora será también merecida anfitriona de la Champions League.